El Virus Respiratorio Sincitial (VRS) es uno de los muchos virus que causan infecciones pulmonares. Las infecciones por VRS pueden producirse a cualquier edad; la mayoría de las personas en buen estado de salud tardan de 1 a 2 semanas en recuperarse. Sin embargo, las infecciones por VRS pueden ser graves en algunas personas, incluso en los lactantes, los niños y los adultos jóvenes. Los niños que respiran con dificultad debido a infecciones por VRS en la lactancia tienen un mayor riesgo de desarrollar asma. Las infecciones por VRS suelen ser estacionales. La estación varía de año a año, pero las infecciones son más comunes entre diciembre y febrero.
Las infecciones por VRS pueden causar síntomas similares al resfrío, como tos, secreción nasal, estornudos, fiebre y pérdida de apetito. El VRS puede provocar sibilancia grave (bronquiolitis) en los niños, en especial, en niños menores de 2 años. En los bebés, los únicos síntomas de infección pueden ser irritabilidad, disminución de la actividad y dificultad para respirar.
Algunos niños se encuentran particularmente en peligro de desarrollar enfermedades más graves debido al VRS. Esto incluye a los lactantes con afecciones médicas crónicas que afectan los pulmones, el corazón o el sistema inmunitario, los bebés menores de 3 meses y los bebés nacidos prematuros.
Existen varios análisis de laboratorio para diagnosticar una infección por VRS.
No existe un tratamiento específico para las infecciones por VRS.
Los niños que padecen de bronquiolitis podrán requerir hospitalización si la respiración se dificulta.
En la mayoría de los casos, incluso cuando se requiere hospitalización, la recuperación se produce por lo general en 1 o 2 semanas.
Los lactantes de alto riesgo pueden ser tratados con un anticuerpo neutralizador del VRS (palivizumab o "Synagis®") para reducir el riesgo de enfermedades graves por VRS.
Asma