Cookie Notice

This site uses cookies. By continuing to browse this site, you are agreeing to our use of cookies. Review our cookies information for more details.

OK
skip to main content

Afecciones de alergia cutánea Consejos para tener en cuenta (Allergic Skin Conditions)

Afecciones de alergia cutánea Consejos para tener en cuentaLas erupciones y la irritación de la piel son afecciones comunes; la mayoría de las personas desarrollan una reacción cutánea en algún momento de su vida. Cuando el responsable de desencadenar una respuesta del sistema inmunitario en la piel es un alérgeno, entonces hablamos de una afección cutánea alérgica.

Existen varios tipos de afecciones cutáneas alérgicas. El alergista o inmunólogo, a menudo conocido como alergista, cuenta con una capacitación y experiencia avanzadas para determinar qué afecciones tiene y para desarrollar un plan a fin de ayudarlo a sentirse mejor.

Urticaria y angioedema
La urticaria es el término médico para las ronchas, es decir, áreas de la piel elevadas y de color rojo que producen comezón. Pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo. La mayoría de los casos de urticaria son agudos y desaparecen en unos días o semanas. A menudo, esto se asocia a la exposición a un alérgeno (alimento, medicamento, vacuna, picadura de abeja) o se asocia a una enfermedad (infecciones virales o bacterianas, particularmente en los niños) con desarrollo de urticaria aguda. Determinados factores físicos como el frío, el calor, el ejercicio, la presión y la exposición a la luz del sol también pueden causar urticaria. La urticaria crónica se define como urticaria con una duración mayor a 6 semanas; las ronchas pueden aparecer y desaparecer durante varios meses e incluso años. Su alergista puede recetarle antihistamínicos para tratar la urticaria aguda y crónica. Si las lesiones prevalecen y la afección es crónica a pesar de tomar antihistamínicos, es posible que le indiquen un anticuerpo monoclonal, o biológico, como tratamiento.

Si se puede identificar la causa, debe evitar ese desencadenante. Sin embargo, la mayoría de los casos de urticaria crónica no están relacionados con la alergia. No se recomiendan las pruebas de rutina, como los recuentos de glóbulos o las pruebas de detección de alergias, ya que es poco probable que determinen una causa y no marcan una diferencia en las estrategias de tratamiento.

Si bien está relacionado con la urticaria, el angioedema es la inflamación que afecta las capas más profundas de la piel. Por lo general, no presenta enrojecimiento ni provoca comezón y a menudo involucra a los párpados, los labios, la lengua, las manos o los pies. Es común que el angioedema aparezca junto con la urticaria pero también puede presentarse por sí solo.

Dermatitis
La dermatitis se refiere a la inflamación de la piel que produce una erupción que genera enrojecimiento, escamas, comezón y, a veces, dolor. Dos de los tipos más comunes de dermatitis son la dermatitis atópica (a menudo denominada eczema) y la dermatitis por contacto. La causa de la dermatitis por contacto es el contacto con un material biológico o químico y, por lo general, se divide en aquellas causadas por un alérgeno y aquellas causadas por un irritante.

Dermatitis atópica (eczema)
La dermatitis atópica es una afección cutánea crónica que generalmente comienza en la infancia o en las primeras etapas de la niñez y a menudo se asocia con otras enfermedades alérgicas, como las alergias a los alimentos, la rinitis alérgica y el asma. También se ha asociado con la esofagitis eosinofílica.

La dermatitis atópica puede tener diferentes desencadenantes. Los posibles desencadenantes incluyen la caspa de los animales, el polen, los ácaros, el sudor, otras infecciones, el estrés o el contacto con irritantes como lana o jabones. Los alimentos no son desencadenantes comunes del eczema, excepto en raras ocasiones en los bebés y los niños pequeños. Las infecciones cutáneas por estafilococos también pueden causar brotes en los niños.

Reparar la barrera cutánea, evitar la comezón y tratar la erupción subyacente son los principales objetivos del tratamiento. Es importante no rascar ni frotar la zona de la erupción. Aplicar compresas frías y cremas hidratantes o ungüentos puede ser de ayuda. También es importante evitar todos los irritantes que empeoren su afección. Reduzca la exposición a los desencadenantes conocidos bajo la supervisión de su alergista.

Las cremas con corticosteroides y otras cremas antiinflamatorias con pimecrolimus, tacrolimus, crisaborole y ruxolitinib, que se aplican sobre la piel, son muy efectivas en el tratamiento de la erupción. Los antihistamínicos a menudo se recomiendan para ayudar a aliviar la comezón, aunque a menudo tienen una efectividad limitada. En los casos más graves, ciertos medicamentos biológicos inyectables como el dupilumab o el tralokinumab pueden ser útiles. También se pueden indicar inmunosupresores orales (inhibidores de la JAK) para varias enfermedades. Si se sospecha que una infección cutánea por estafilococos es el desencadenante de un brote de eczema, se puede recomendar el uso de antibióticos.

Dermatitis por contacto
La dermatitis irritativa por contacto ocurre cuando un material daña la piel en el punto de contacto debido a la naturaleza corrosiva de la sustancia química, en lugar de una respuesta inmune. La dermatitis irritativa por contacto a menudo genera más dolor, ardor o escozor que comezón. Mientras más tiempo esté la piel en contacto con el material, o mientras más penetrante sea la sustancia, más graves serán las reacciones cutáneas. Estas reacciones aparecen generalmente en las manos y con frecuencia son causadas por son materiales con los que se entra en contacto en el lugar de trabajo.

Para la dermatitis irritativa por contacto, el tratamiento incluye evitar la sustancia que causa la reacción, y restaurar la barrera protectora de la piel si se presentó una ruptura o inflamación. Utilizar un equipo de protección personal, como guantes, puede resultar de ayuda. Identificar y evitar el desencadenante aliviará los síntomas y evitará un daño a largo plazo en la piel.

La dermatitis alérgica por contacto ocurre cuando la piel entra en contacto con un material específico que desencadena una respuesta inmune, la cual se manifiesta como una erupción. El ejemplo más común es la reacción provocada tras tocar una hiedra venenosa, que va acompañada por ampollas rojas que generan comezón. En el caso de la hiedra venenosa, la reacción alérgica es causada por una sustancia aceitosa de la planta llamada urushiol. Otras reacciones pueden ocurrir luego de tocar otras áreas de la piel o las prendas que estuvieron en contacto con la planta. Sin embargo, una vez que se elimina el alérgeno de la piel, no se desarrollan más reacciones si se toca la erupción o las ampollas. Estas reacciones alérgicas en la piel se pueden desarrollar de 24 a 48 horas luego del contacto. Una vez que comienza la reacción, puede durar entre 14 y 28 días, incluso con tratamiento.

Otras sustancias que con frecuencia causan dermatitis alérgica por contacto incluyen los metales (por ejemplo, el níquel), los productos de cuidado personal como los cosméticos que contienen fragancias y conservantes, las tinturas para el cabello y los productos a base de látex. Incluso ciertos medicamentos tópicos como las cremas con antibióticos (neomicina) o esteroides pueden causar dermatitis alérgica por contacto.

El tratamiento depende de la gravedad de la erupción. Los paños o compresas frías pueden ofrecer alivio en la primera etapa de una erupción, en la que se presentan ampollas y comezón. Los antihistamínicos orales también pueden aliviar la comezón. Las cremas tópicas con corticosteroides a menudo se indican para reducir la inflamación alérgica. Para muchas reacciones como la provocada por la hiedra venenosa, también se puede recomendar el uso de prednisona oral.

Para evitar que la reacción vuelva a ocurrir, la clave es evitar el contacto con el material irritante. Su alergista puede realizar pruebas para identificar específicamente el alérgeno responsable de causar la erupción (por ejemplo, la prueba del parche), para poder evitarlo en el futuro.

Consejos saludables
• Si su piel presenta enrojecimiento, abultamiento, escamas, comezón o está inflamada, es posible que tenga una alergia cutánea.
• La urticaria (ronchas) son áreas elevadas de la piel de color rojo que causan comezón y tienen diferentes tamaños, y aparecen en cualquier parte del cuerpo. Por lo general, la urticaria tiene una duración de unas pocas horas, y menos de 24 horas, antes de su resolución. El angioedema es una inflamación de las capas más profundas de la piel que a menudo ocurre junto con la urticaria.
• La dermatitis atópica (eczema) es una erupción con escamas y comezón que a menudo afecta el rostro, los codos, las rodillas, las muñecas y los tobillos. Generalmente, comienza durante la niñez y está asociada con otras enfermedades alérgicas.
• Cuando determinados materiales entran en contacto con la piel, pueden causar una erupción denominada dermatitis por contacto.

Siéntase mejor. Viva mejor.
El alergista/inmunólogo, a menudo llamado alergista, es un pediatra o internista que tiene, como mínimo, dos años adicionales de capacitación especializada en el diagnóstico y tratamiento de las alergias, el asma, las deficiencias del sistema inmunológico y otras enfermedades del sistema inmunológico.

Al visitar el consultorio del alergista, puede esperar un diagnóstico preciso, un plan de tratamiento que funcione e información educativa para ayudarlo a gestionar su enfermedad y sentirse mejor.

El servicio “Encuentre un Alergista/Inmunólogo” de la AAAAI es un recurso de confianza para ayudarlo a encontrar un especialista cerca de su hogar.

Alergias Cutáneas

11/13/2023